Después de mostrar lo que hizo –y aquí es donde entran en juego las ideas de Ohno–, el equipo no habla de lo que hizo, sino de cómo lo hizo. Pregunta: “¿Cómo podemos trabajar mejor en el siguiente sprint? ¿Qué nos estorbó en el anterior? ¿Qué nos impide avanzar tan rápido como sabemos que podemos hacerlo?”.