Es evidente que en un conflicto conyugal hay más que eso, pero hasta los síntomas pecaminosos como el adulterio, la pornografía y la homosexualidad, son solo las respuestas pervertidas de un hombre o una mujer que percibe que su compañero(a) debería satisfacer todas sus necesidades y se siente obligado(a) a buscarlas por conductos ilícitos, cuando esas necesidades no se satisfacen como él o ella esperan.

