¿Quieres gozo? Entonces espera que el Espíritu de Dios trabaje en tus diferentes conflictos y contiendas, trabajando al mismo tiempo también en unas cuantas cosas que hay en ti que están ocasionando esos mismos problemas —haciéndolo de la manera que solo Él lo puede hacer, lo cual es muchísimo mejor que cualquier cosa que tú puedas lograr si irrumpes con tu propia fuerza y tus propios planes.

