¿Te cuesta tomarte un respiro del trabajo porque siempre tienes cosas que hacer? ¿Te sientes tan culpable o angustiado cuando gastas dinero que te cuesta un montón comprar algo que no sea absolutamente necesario? ¿Piensas alguna vez en cómo has empleado el tiempo y el dinero y desearías haberte centrado más en tu felicidad presente en vez de renunciar siempre a ella? Si es así, cambia los experimentos con la fuerza de voluntad de este capítulo en estrategias para la autoindulgencia. (E intenta no postergarla, ¿de acuerdo?)