Cuando se trata de la prueba social, lo que los demás piensan nos importa incluso más que lo que hacen. Por ejemplo, los universitarios sobreestiman la cantidad de compañeros que copian en los exámenes. El mejor indicador de si un universitario copia en los exámenes, es si piensa que sus compañeros lo hacen, y no la severidad del castigo o creer que lo pillarán. Cuando los estudiantes piensan que sus compañeros copian, una clase relativamente honesta