1. Advierte que estás pensando en la tentación o sintiendo un deseo. 2. Acepta el pensamiento o sentimiento sin intentar evadirte o argumentar con él. Acuérdate del efecto rebote del oso blanco. 3. Distánciate de la situación viendo que no siempre puedes controlar tus pensamientos y sentimientos, pero que puedes elegir no dejarte llevar por ellos. 4. Recuerda tu objetivo. Acuérdate del compromiso contraído, como los estudiantes se recordaban a sí mismos la promesa de no comerse los Hershey’s