Usted no compraría un libro si éste no tuviera el potencial de cambiarle en algún sentido, aun si ese cambio no es más que distraerle o aumentar sus conocimientos. Los libros nos cambian automáticamente, como cualquier otra experiencia. Y si un libro le ayuda a ver el mundo de una forma más útil o amplifica su grado de energía, se convierte en una parte del tejido de su suerte personal.