Creía que había Uno muy superior a Faraón que le llevaría seguro a lo largo de su misión. Creía que “la recompensa de recibir un galardón” era mucho mejor que todos los honores de Egipto. “Calculó el costo” por fe, “como viendo al invisible” y estaba convencido de que renunciar a Egipto y marchar al desierto era ganancia.