La santificación es la obra espiritual interior que el Señor Jesucristo lleva a cabo en el hombre por medio del Espíritu Santo, cuando lo llama a ser un verdadero creyente. No sólo 1) lo limpia de sus pecados con su propia sangre, sino que también 2) lo separa de su amor natural por el pecado y el mundo, 3) pone un principio nuevo en su corazón y 4) lo hace practicar la piedad en su vida.