“Hay aquellos que dudan y, por dudar, multiplican su desconfianza, llegando a la conclusión de que no tienen fe porque encuentran tantas y tan frecuentes dudas dentro de sí mismos. Pero esto es un gran error. Puede haber algunas dudas, aun donde hay mucha fe; y puede haber poca fe donde hay muchas dudas. Nuestro Salvador requiere y se deleita con los que tienen una fe fuerte y firme en él, pero no rechaza a los menos y más débiles”. —Lectures on the first nine chapters of St. Matthew (Discursos sobre los primeros nueve capítulos del Evangelio de Marcos), por el arzobispo Leighton, 1670.