la mayoría de la población funciona en beta alta la mayor parte del tiempo. Somos obsesivos y compulsivos; sufrimos insomnio o fatiga crónica; estamos ansiosos o deprimidos; intentamos, cueste lo que nos cueste, ser todopoderosos o nos aferramos irremediablemente a nuestro dolor para sentirnos de lo más impotentes; competimos por ser los primeros o nos hundimos arrastrados por nuestras circunstancias.