La experiencia de 1973 se enmarca dentro de lo que se conoce como populismo económico. Basándonos en la definición clásica de los economistas Rudiger Dornbusch y Sebastian Edwards,7 se puede entender al populismo económico como un enfoque que prioriza el aumento en el nivel de actividad y la distribución del ingreso y minimiza los riesgos de inflación y la emisión, de los elevados déficits fiscales y de los desequilibrios externos.

