Los problemas aparecieron cuando quedó claro que el gobierno recurriría a los controles de precios sin ajustar los fundamentals. Esto llevó a que, cada vez que se anticipaba un nuevo plan o no bien se removían los controles, las empresas subían los precios —por las dudas—, los trabajadores pedían aumentos salariales —por las dudas— y la gente trataba de conseguir dólares —por las dudas —.

