Santiago

71%
Flag icon
como no creyó nunca que Mauricio Babilonia se hubiera metido al patio para robar gallinas, pero ambos expedientes le sirvieron para tranquilizar la conciencia, y pudo entonces volver sin remordimientos a la sombra de Petra Cotes, donde reanudó las parrandas ruidosas y las comilonas desaforadas.
Cien años de soledad
Rate this book
Clear rating
Open Preview