Oyendo lo cual Merlín, dijo: –No ha de ser así, porque los azotes que ha de recebir el buen Sancho han de ser por su voluntad, y no por fuerza, y en el tiempo que él quisiere, que no se le pone término señalado;20 pero permítesele que si él quisiere redemir su vejación por la mitad de este vapulamiento,21 puede dejar que se los dé ajena mano, aunque sea algo pesada. –Ni ajena ni propia, ni pesada ni por pesar –replicó Sancho–:22 a mí no me ha de tocar alguna mano. ¿Parí yo por ventura a la señora Dulcinea del Toboso, para que paguen mis posas lo que pecaron sus ojos? El señor mi amo sí, que es
...more

