Además, ¿cómo puede estar seguro de que los orcos eran tan malos? —Hicimos cosas atroces. —Hicieron —corrigió Glenda—. Ellos, no nosotros, no usted. Y si de algo estoy segura es de que, en una guerra, nadie va a decir que el otro bando está formado por gente muy maja. Y ahora, ¿por qué no se va a entrenar? ¿Tan difícil es?