¿Estás segura? ¡Me debes una por esto! Las leyes de los favores se cuentan entre las más fundamentales del multiverso. La primera ley dice: nadie pide un solo favor; la segunda petición (tras la concesión del primer favor), prologada por un «y si no es mucho abusar…» es la solicitud del segundo favor. Si no se accede a la susodicha segunda petición, la segunda ley establece que la necesidad de cualquier gratitud debida al primer favor queda anulada de tal manera que, en virtud de la tercera ley, el proveedor del favor no ha hecho favor alguno, y el campo de favor se colapsa.