Tenemos que alcanzar a un amigo. Podría estar en peligro —dijo Trev. —Y esto es muy romántico —añadió Juliet. El cochero la miró. —Si nos ayudas a pillarle, te daré un besazo —dijo ella. —¡Fíjate! —exclamó el cochero mirando a Trev—. ¿Por qué no se te ha ocurrido eso a ti? —De acuerdo, yo también te daré un beso —dijo Trev.