Naird

44%
Flag icon
Bueeeno, básicamente dice que le gustas un montón, que cree que tienes un cuerpazo y que qué tal una cita, sin tejemanejes, lo promete. Y debajo hay tres equis pequeñitas. Juliet rompió a llorar. —Es una pasada. Mira que sentarse y escribir todas esas palabras solo para mí. Poesía de verdad solo para mí. La pondré debajo de mi almohada para dormir. —Sí, sospecho que él tenía algo así en mente —dijo Glenda, y pensó: ¿Trev Probable un poeta? Nada, pero nada probable.
El atlético invisible
Rate this book
Clear rating
Open Preview