Naird

91%
Flag icon
¡Yo! —exclamó Ridcully—; pero, dadas las circunstancias, nombro sustituto al señor Nobbs. —¿No será Nobby Nobbs? —preguntó escandalizado el ex decano. —Sin parentesco —aclaró enseguida el cancelero. —Bueno, por lo menos ha sido buena elección
El atlético invisible
Rate this book
Clear rating