Ah, sí, también hay una caja de cerillas. —¿Para qué? —preguntó Smeems, estirando el brazo hacia el garfio. —No he podido evitar fijarme en que el Emperador se ha apagado, señor —dijo la voz de abajo con tono jovial. —¡No es verdad! —Creo que descubrirá que sí, señor, porque no veo la… —¡En el departamento más importante de esta universidad no hay sitio para los cortos de vista, Huebos!