la Cruz es el centro del mundo, el corazón de la humanidad y el punto de anclaje de nuestra estabilidad. De hecho, en este mundo solo hay un punto sólido que asegure el equilibrio y la consistencia del hombre. Todo lo demás es inestable, cambiante, efímero e incierto: «Stat Crux, dum volvitur orbis», «solo la cruz permanece en pie, mientras el mundo gira alrededor». El calvario es la cima del mundo, desde donde podemos verlo todo con otros ojos, los ojos de la fe, del amor y del martirio: los ojos de Cristo.

