Ella sí que la apreciaría, ella la mejoraría, ella la separaría de sus malos conocidos y la introduciría en la buena sociedad; ella le inculcaría sus opiniones y sus maneras. Sería un empeño interesante, y, ciertamente, muy bondadoso: altamente adecuado a su propia situación en la vida, a su ocio, y a su capacidad.