Escuchan de verdad las historias de su personal. Averiguan cuáles son sus sueños y esperanzas. Se familiarizan con sus aspiraciones. Y ponen atención a sus emociones. Sabiendo esto, aprenden de su gente. Descubren lo que es valioso para ellos. Y luego dirigen basados en lo que han aprendido. Cuando hacen eso, ganan todos, la organización, el líder y los seguidores.

