Uno de los titulares más chocantes que he leído en mi vida lo encontré en una revista de negocios americana. Trataba de explicar el éxito de Alka-Seltzer, los comprimidos efervescentes contra la acidez estomacal, y al reportero no se le ocurrió mejor forma que usar una composición alegre: “Blop-blop, fizz-fizz”. Es la onomatopeya del acto de dejar caer en un vaso de agua dos pastillas del medicamento que chisporrotean inmediatamente. Casi se podía oír ese titular.

