»No he venido para reunir a un ejército. Tampoco he venido para traer paz a esta tierra. Sin embargo, la espada de mi boca despedazará el velo que cubre la gran Ley de la Unidad. No sigáis a guías ciegos que tratan de haceros creer que la salvación se puede encontrar en las tradiciones de vuestros padres. Ser un esclavo ciego, encadenado a la tradición, es caer en una zanja.