María Restrepo Mejía

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Estudiábamos las fuerzas de la naturaleza y las llamábamos los agentes a través de los que podíamos conocer a Dios como Padre y Madre y a la vez, como Espíritu y Materia. Estábamos en sintonía con los espíritus de las plantas, minerales, fuego, agua y aire. A estos los llamamos ángeles, y cada día y cada noche orábamos pidiéndoles gracia. Las estaciones cíclicas eran honoradas, al igual que la Madre Tierra y el Padre Cielo, a través de canciones, bailes y fiestas.
Ana, la abuela de Jesús: Un mensaje de Sabiduría y Amor (Los libros de Ana nº 1) (Spanish Edition)
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