¡Eh! ¿Qué les parece? En una sola hora podemos transformar los aviones de una línea comercial en cualquier aeropuerto de Alemania, pongamos en Berlín, y venir a bombardear Madrid. Diez horas después de una declaración de guerra podemos bombardear la capital enemiga. Y si somos nosotros los que declaramos la guerra, cinco minutos después de la declaración. ¡Ja, ja! ¡Esto es Versalles!

