En el código español de relaciones personales, la borrachera se considera no sólo desagradable y molesta, sino también como una falta de virilidad. Un grupo de amigos acabará por expulsar al que no puede soportar su bebida o restringirse de acuerdo con su resistencia. Le echarán por exhibirse él mismo como «poco hombre». Pero en ciertas ocasiones esta regla no rige, como por ejemplo en Nochebuena o en la noche de Año Nuevo. Y en Ben-Karrick era lo mismo. Se bebía para emborracharse.




