El café, que llaman «recuelo», lo hacen con los posos de los cafés de Madrid que compran para eso y la leche no sé con qué la harán, pero desde luego no debe ser leche. Venden también baratos los churros que se rompen y bollos rotos de la pastelería de más arriba. Llenan el mostrador de platos, cada uno con una ración de cachos de churro que llaman «puntas» o con cachos de bollo que se llaman «escorza».

