Palomaleca

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El Gobierno era impotente ante este caos, porque no había un solo grupo que aceptara sus órdenes. Los partidos políticos estaban divididos en grupos locales y los sindicatos en grupos profesionales, así como en grupos locales. Todos estos grupos centrales y derivados habían montado su centro de alimentación comunal, con sus propios comedores, aprovisionamiento y almacenes; y habían montado también su propio batallón de milicianos, su propia policía, su propia prisión con sus ejecutores y su lugar especial para las ejecuciones. Todos, con excepción de la UGT, hacían propaganda para atraer ...more
La forja de un rebelde
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