Piensa un instante en tu propia historia, no solo dónde naciste o creciste, sino las circunstancias que contribuyeron a que estés aquí y ahora. ¿Cuáles fueron los momentos en tu camino que te hirieron o asustaron? Son oportunidades, has tenido algunas. Pero he aquí lo maravilloso: Aún estás aquí, todavía de pie.

