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Kindle Notes & Highlights
tus esperanzas de poder hallar alguna vez paz y tranquilidad. 4 Con esta idea todas tus preguntas quedan contestadas; con esta idea queda asegurado de una vez por todas
ojos invidentes y da alaridos al observar sus propias proyecciones alzarse para arremeter contra la miserable parodia que es su vida.
no de ti mismo, sino del Maestro que representa el otro ser que hay en ti. 4 Por medio de Él aprendes a perdonar al ser que crees haber hecho y dejas que desaparezca. 5 De esta manera, le devuelves tu mente en su totalidad a Aquel que es tu Ser, el Cual no puede pecar.
Cada mente que no perdona te presenta la oportunidad de enseñar a la tuya cómo perdonarse a sí misma.
la mañana y otros diez por la noche a aprender cómo otorgar perdón y también cómo recibirlo.
sí lo son, practicando el perdón con alguien a quien consideras un enemigo, así como con alguien a quien consideras un amigo.
olvido. a Por el contrario, mantenlos firmes en tu mente tratando de pensar en ellos por lo menos un minuto cada cuarto de hora. 2 Recuerda cuán preciados son con el siguiente recordatorio, el cual tiene el poder de mantenerlos en tu conciencia a lo largo del día:
sin que ello afecte la percepción que tienes de ti mismo, mientras que tú puedes juzgar sus pecados y mantenerte a salvo de cualquier condenación y en paz. 3. Y así, cuando “perdonas” un pecado, no ganas nada directamente. 2 Es una ofrenda de caridad a alguien que no se la merece, a fin de demostrar simplemente que tú eres mejor y que te encuentras en un plano superior a él. 3 Él no se ha ganado la limosna de tu tolerancia—que tú le concedes sabiendo que no es digno de tal dádiva— ya que sus pecados lo han situado por debajo de
demore en tu avance hacia la
cambio diez minutos por la mañana, diez por la noche y una vez