Si en el actual Ramadán se ven pocas mujeres solas por la calle, muchas menos podían verse en tiempos de al-Hakim. Otro de los decretos de aquel tirano demente fue prohibir que las mujeres salieran de sus casas. Reforzó su orden mediante un bando en el cual se prohibía a todos los zapateros que volvieran a fabricar zapatos de mujer.