Una vez concretado el objetivo, toma la resolución de no abrir la puerta hasta haberlo cumplido. Dedícate por entero a poner las mil palabras en papel o en disquete. Durante una de mis primeras entrevistas (creo que para promocionar Carrie), un locutor de radio me preguntó cómo escribía, y mi respuesta («palabra por palabra») lo dejó mudo. Sospecho que estaba pensando si era una broma, pero no. Al final siempre es así de sencillo.

