Creatividad, S.A. Cómo llevar la inspiración hasta el infinito y más allá

by Ed Catmull

Pero esas cosas no se dan a menos que se logren otras cuatro. Las mencioné la primera vez, pero quiero reiterarlas aquí para aclarar que constituyen en realidad los ingredientes esenciales: 1. Las personas que están en la habitación deben verse como iguales. Fuera de la sala, una puede tener más autoridad que otra, pero en la reunión del Braintrust, la voz de cada participante tiene la misma importancia. Por supuesto, todo el mundo tendrá distintas fortalezas y debilidades, pero todos deben ser cineastas. El director y el productor cuya obra está siendo escudriñada tienen que saber que todos los presentes comprenden los retos creativos a los que se enfrentan. Elabore una lista de invitados en consecuencia. 2. Deje el poder fuera de la sala. Eso significa que nadie tiene autoridad para pasar por encima del director cuya película se está analizando. Como se trata de una conversación entre colegas, todo el mundo pretende identificar los problemas del filme y buscar soluciones, pero la decisión final para resolver un problema es siempre del director. 3. Ha de reconocer la vulnerabilidad de los cineastas. Sea amable. 4. Tiene que hacer, y recibir, comentarios sinceros. Es crucial. La franqueza, como ya he dicho, es básica.