Eduardo  Dumont

18%
Flag icon
Entre la abundancia, existen multitud de cuidados y caprichos aristocráticos que realzan la belleza. Unas medias de fina blancura, un vestido de seda, una toquilla de encaje, un bonito calzado para los pies, una fresca cinta en la cabeza, no hacen bella a una mujer mal parecida, pero hacen más hermosa a una mujer bonita; sin hablar de lo que las manos hacen ganar con todo ello: las manos, especialmente en las mujeres, es preciso que permanezcan ociosas para mantenerse bellas.
Los tres mosqueteros
Rate this book
Clear rating
Open Preview