Me ato las zapatillas muy deprisa. Saco una raqueta de la bolsa y camino hacia la pista. Entonces, de manera instintiva, me quito la camiseta. Soy consciente de que es un gesto patético, pero es que estoy desesperado. Steffi me mira y, casi imperceptiblemente, se muestra sorprendida. Gracias, Gil.

