Porque si no quiere genuinamente conocer y hacer su voluntad, ¿por qué debería pedirle su presencia, después de todo? Pero si decide que quiere conocer su voluntad, habrá momentos en que tenga que soltar el temor de lo que eso podría significar, cuando tenga que soltar el control de su vida y decidir ser guiado, venga lo que venga.