Los buenos líderes son capaces de considerar duras verdades, ver defectos en las personas, enfrentar la realidad, y hacerlo en un espíritu de gracia y verdad. No evitan problemas; los solucionan. El líder abolicionista Frederick Douglass dijo una vez que no se puede contar con obtener una cosecha sin arar, ni se puede esperar lluvia sin truenos y relámpagos.

