Una persona generativa les da a los demás el don de la admiración, viéndolos como las preciosas criaturas que son. Da el don de la paciencia: comprender que las personas siempre están desarrollándose. Les otorga el don de la presencia. Conozco a un hombre que sufrió una desgracia pública. Luego, uno de sus amigos lo invitó a cenar todos los domingos por la noche durante dos años: la definición misma de un acto generativo.