Si consideras que cada persona tiene un alma, serás consciente de que cada persona tiene alguna chispa trascendente en su interior. Serás consciente de que en el nivel más profundo todos somos iguales. No somos iguales en poder, inteligencia o riqueza, pero todos somos iguales en el nivel de nuestras almas. Si consideras que las personas que conoces son almas preciosas, tal vez terminarás tratándolas bien.