Palmer está diciendo con ello que la forma en que prestamos atención a los demás determina el tipo de persona en que nos convertimos. Si vemos a las personas con generosidad, nos volveremos generosos, o si las miramos con frialdad, nos volveremos fríos. La observación de Palmer es esencial, porque señala una respuesta moderna a una pregunta antigua: ¿Cómo puedo llegar a ser una mejor persona?