Brackett y su equipo desarrollaron formas de medir la inteligencia emocional de los supervisores en varios lugares de trabajo.33 Descubrieron que los empleados cuyos supervisores obtienen puntuaciones bajas en inteligencia emocional dicen que se sienten inspirados alrededor de 25 por ciento del tiempo, mientras que los empleados cuyos supervisores obtienen puntuaciones altas en inteligencia emocional se sienten inspirados alrededor de 75 por ciento de las veces. En otras palabras, las personas que son buenas reconociendo y expresando emociones tienen un efecto enorme en quienes las rodean.