Paola Restrepo

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Claro que también fue revelador para mí el hecho de que los alimentos que dos sirvientas, perfectamente disfrazadas de tal, servían en la vajilla de cáscara de huevo sobre aquella mesa de doce puestos de tu casa paterna, mesa que dicho sea de paso era casi idéntica a la que hoy en día tengo en mi propio apartamento, esos alimentos, te decía, o sea chocolate con pandebonos, almojábanas y galletas de nata, eran exactamente los mismos que me servía mi madre en la vajilla Melmac de plástico indestructible en nuestra sala-comedor del San Luis Bertrand, ese detalle me hizo gracia, mi reina Agustina; ...more
Delirio
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