Estamos viviendo una época de mucho «ruido» y con un umbral de atención y concentración cada vez más bajo. La generación de un buen contenido no garantiza el éxito del mensaje, pero un mal contenido sí garantiza el fracaso. Decía Ernesto Sábato: «Ser original es, en cierto modo, estar poniendo de manifiesto la mediocridad de los demás».

