Juan  Carlos González

51%
Flag icon
Naturalmente esa insistencia sobre el mismo tema había terminado por convencernos de que éramos los seres más afortunados y felices. Por esa razón nunca se nos ocurrió ni protestar, ni reclamar justicia. Nuestras vidas no tenían porvenir y nuestra sola ambición era la de pasar del convento derecho al Cielo sin tocar el mundo. En el Cielo nos esperaban, con los brazos abiertos y cánticos celestes, los santos, ángeles, arcángeles y querubines, que entre nubes nos conducirían para la eternidad al reino de Dios y de la Virgen María.
Memoria por correspondencia (Spanish Edition)
Rate this book
Clear rating