Juan  Carlos González

57%
Flag icon
Terminado el ramillete, lo doblaba en cuatro y nos lo daba para que nosotras lo diéramos a la persona interesada. Luego tomaba uno de los grandes libros donde estaba nuestro nombre y anotaba las cantidades, hacía las sumas y nos preguntaba cuánto le llevábamos para pagar. —Pues he pagado diez misas. —¿Diez misas? Pero no es posible, usted debe ya trescientas misas, a ese paso no va a terminar de pagar nunca. ¿Y qué más?
Memoria por correspondencia (Spanish Edition)
Rate this book
Clear rating