Juan  Carlos González

39%
Flag icon
Una mañana vino una monja nueva cuando nos estábamos levantando y nos tomó las medidas con unos pedazos de tela gris muy gruesa y nos hicieron dos vestidos muy feos; eran largos como los de las novicias, con cuello alto, mangas largas y muchos prenses, eran tan raros que yo no conocía más a Helena y Helena no me conocía más a mí. También nos compraron alpargates y esos sí eran lindos. Nos peinaron para atrás con trenzas tan tirantes que casi no podía cerrar los ojos.
Memoria por correspondencia (Spanish Edition)
Rate this book
Clear rating