los humanos tendemos a sobrevalorar los avances de la IA y a subestimar la complejidad de nuestra propia inteligencia. La IA actual está muy lejos de la inteligencia general, y no creo que la «superinteligencia» de las máquinas esté en el horizonte. Si la IA general se hace algún día realidad, estoy segura de que su complejidad será equiparable a la de nuestro cerebro.

